Durante muchos años, se creyó que el cine latinoamericano era un patrimonio exclusivamente masculino. Con más tardanza que en el resto del mundo, las mujeres comenzaron a subvertir esa idea en forma lenta y progresiva, hasta que llegó a desaparecer antes de terminar el siglo XX. Hoy las mujeres que dirigen cine en la región se cuentan por decenas, pero su trabajo sigue siendo menos visible y menos estudiado en las singularidades que desde, desde la posición de género, provee a este arte elusivo. Jorge Ruffinelli, especialista en el cine de América Latina, presenta en este estudio  un panorama bastante completo de lo que han estado haciendo las directoras en el continente.