Los peruanos Juan Limo y Manuel-Antonio Monteagudo ganaron el premio a mejor corto animado del Festival de Valdivia, en Chile, con "El motor y la melodía". El animado ganó su novena presea y seguirá en festivales hasta junio de 2024. 

"El motor y la melodía" dura apenas unos siete minutos; es un cortometraje que adapta la fábula de "La hormiga y la cigarra" en un entorno de selva y fantasía peruanas. En esta versión, en el bosque amazónico, una hormiga se dedica a derribar árboles con una armadura robótica provista de dos enormes sierras. En una incursión, la hormiga se topará con un árbol defendido por una cigarra mágica, quien hará brotar nueva flora al sonido de su flauta y quien dará batalla a la hormiga destructora arrojándole huayruros.

Allí no acaba la cosa, pero por qué contar más. Producida por Viringo Entertainment, "El motor y la melodía" ganó estímulos del Ministerio de Cultura en 2019 y viene recorriendo más de medio centenar de festivales en todo el mundo. Su noveno premio se lo llevó en el Festival de Cine de Valdivia, en Chile, donde fue elegido como mejor corto de animación. El galardón fue para los directores, los peruanos Juan Limo y Manuel-Antonio Monteagudo, quienes conversaron sobre la experiencia de este filme, que en noviembre estará con cuatro cortos más en una muestra del Festival Internacional de Cine Arica Nativa, también en Chile.

—¿Cuál es la historia detrás de cómo se hizo este corto?

 —Monteagudo: Creo que Juan es el más acorde para responder esto, porque en realidad la historia del corto precede a mi presencia en Viringo; es un proyecto que Juan tenía en mente por muchos años. Se inicia con el premio del Ministerio de Cultura y luego va cambiando la idea original.

Limo: Conocí a un artista pucallpino, cuando yo estudiaba en Bellas Artes, llamado Paul Amaro Arbildo Agurto, conocido como Paul Serruche o simplemente Amaro Serruche, quien fue una gran influencia en cómo le dimos forma final al aspecto visual del corto. Por él incorporamos el diseño de la hormiga basado en la hormiga curuinsi amazónica y en la cigarra amazónica también, que es medio azulina.

—¿Qué fue lo que les llamó tanto de la fábula "La hormiga y la cigarra"?

Limo: De niño no entendía por qué la cigarra se tenía que morir si la hormiga disfrutaba de la música que le tocaba la cigarra con su flauta y por qué la hormiga no comparte su alimento. Me parecía muy cruel, una forma de enseñarle a los niños que ser artista está mal, que es ser ocioso. Que vivir de tu arte está mal y hay que ser como una hormiga trabajadora todo el tiempo. A partir de esto, le dimos vuelta y creamos nuestra historia. 

—Sus personajes tienen una fisonomía particular; yo que ya peino mis canas pienso que el personaje de la hormiga se parece al diseño del Gran Quesote, personaje de "Los gatos samurái".

—Limo: Sí, yo tenía en mente algo más global, pero Amaro les da el toque amazónico. Les han dicho que parecen pokemones, y esto que me dices de "Los gatos samurái" no lo había oído antes. Me parece interesante porque buscábamos formas distintas, el zorro y la tortuga también son personajes de fábula opuestos. 

—Hay simbolismos importantes.

—Limo: La hormiga representa a los humanos; lo metropolitano, colonialista, que viene de las ciudades a explotar. La cigarra representa a los humanos de las comunidades indígenas, que defienden los territorios, las reservas naturales, y que mueren por muchas razones, pero, entre ellas, la desidia.

—¿No tienen nombres?

—Limo: Nunca les pusimos nombres, pero sucede que ahora estamos ampliando el universo de los personajes en un largometraje. Van a continuar una historia después, la hormiga se llama Huinsi y a la chicharra le puse Chicha.

—En el tema de referencias, ¿cuáles usaron? 

—Monteagudo: Nosotros en Viringo tenemos claro qué queremos hacer en animación en el Perú. Está habiendo más animación que funciona, pero más en publicidad; se entiende porque es rentable. Tenemos la visión un poco loca de hacer animación de ficción, por lo que los modelos de nuestros animadores son quienes tienen esa visión también. Una animación que tenga, además, mensajes sociales. Una inspiración es "Persépolis", de Marjane Satrapi o también las películas de Studio Gibli, como "Nausicaä" o "Princesa Mononoke".

También debo precisar que yo soy peruano-francés y hay un animador que me encanta llamado Michel Ocelot, quien hace películas extraordinariamente potentes y con un trabajo de desarrollo de investigación muy profundo. Ahora mismo estamos pensando para la versión de largometraje. ¿Cómo será el universo, el planeta donde viven estos bichitos?

—¿Cómo les llega la noticia del premio?

—Monteagudo: La verdad nos sorprendió mucho porque ya es un corto que puede considerarse "viejito", tiene más de un año. Estamos en conversaciones con una distribuidora para que lo vendan a canales y yo he descubierto el mundo de la distribución. Estamos caminando a abrir un espacio a la animación de autor.

—¿Cuándo podrá verse el corto, hasta cuándo rotará en festivales?

—Monteagudo: Se va a seguir rotando en festivales hasta junio de 2024. Después de eso, será cuestión de quién adquiera el corto, y si no encontramos uno, lo subiremos a YouTube no más.

—¿Les afectaría la "ley Tudela"?

—Monteagudo: Cuando subí al podio (a recibir el premio), hablé de la "ley Tudela". Dije que "El motor y la melodía" es un corto descentralizado, inclusive hay un corto cusqueño, en quechua, y que el cine en regiones está en una 'edad de oro' bien bacán y que esta ley la está apagando.