La actriz argentina Dolores Fonzi habla de todo antes del estreno en Argentina de La Patota, la película que protagoniza y que fue premiada en Cannes; la violencia de género, su futuro a nivel internacional y el amor al lado de Santiago Mitre.

La marcha #NiUnaMenos puso en agenda como nunca antes la problemática de la violencia de género. Junio arrancó con ese reclamo que unió cientos de miles de voces en Argentina y en el exterior para pedir por una legislación que proteja a las mujeres. Dos semanas después de ese grito que impactó y conmovió al mundo entero, llega a los cines, el 18 junio de 2015 la película La Patota, remake del filme de Daniel Tinayre protagonizado por Mirtha Legrand en 1960, tras cautivar en el Festival de Cannes donde recibió el prestigioso premio de la Semana de la Crítica.

Su nueva protagonista, Dolores Fonzi, se suma a la lucha para terminar con los femicidios con todas sus fuerzas: "En La Patota la violencia contra las mujeres está desplegada en todas sus formas, desde la más sutil hasta la más brutal", dice en una extensa entrevista con La Nación Revista.

Aunque no se denomina feminista y aclara que es "ignorante" sobre el tema -"Lo que digo es desde la percepción, desde el lugar de madre, de mujer", previene-, el haberse puesto en la piel de Paulina, una mujer que es violada por una patota en la selva misionera y queda embarazada, la sumergió en el mundo de la lucha de las mujeres contra la violencia de género, y la película resultó un disparador interesante para continuar con el debate.

Su personaje es una abogada joven que decide dejar su carrera en suspenso para ir a dar clases sobre ética y derechos humanos en una escuela rural de Misiones: "Cada decisión que toma Paulina representa la decisión de una mujer libre. La de irse, la de hacer frente a su violencia, la de no abortar, la de mantener su convicción, la de sentir que su trabajo puede hacer una diferencia en la vida de las personas. Es irónico, pero es el hecho de que sea una mujer libre lo que genera debate".

Aunque está basada en la película de Daniel Tinayre, La Patota de Santiago Mitre tiene su propia identidad. Fonzi asegura que no vio la película original ni habló con Mirtha Legrand para construir su personaje por pedido del director. Sin embargo, reivindica a la diva de los almuerzos como ejemplo: "Mirtha Legrand es otro ejemplo de mujer libre. Pionera en el trabajo, resguarda su vida y sabe cómo manejarse con los medios".

En el rodaje de este filme, Dolores Fonzi, además de lograr su mejor trabajo en cine, encontró el amor: está en una relación con Santiago Mitre, el director. "En un proceso creativo tan intenso y único como este, uno se une. Se dio de manera natural. Agradezco el encuentro con él", confiesa a La Nación Revista.

Asegura que no habla de política y toma mucha distancia de esos temas, pero admite que se emocionó cuando la presidenta Cristina Kirchner mencionó en un acto oficial el premio que recibió la película en Cannes y la felicitó públicamente: "Casi me muero. Más allá de cualquier idea política, sentí un orgullo enorme porque nos reconociera. Un presidente habla de la película, te nombra. Sentí una gran emoción. Ahora digo esto y me ponen de un lado. Lo que pasa con la política es lo mismo que veníamos hablando antes. Uno no puede ser libre. Necesitan etiquetarte".

Sobre su futuro, la actriz reconoce por primera vez que le interesaría crecer profesionalmente en el exterior: "Recién ahora puedo decirte que me interesa, que me tienta que llegue una propuesta de trabajo de afuera", dice. "Si llegan a proponerme algo es porque ya tengo una identidad como actriz. Ya me encontré, ya sé quién soy, y si se da la oportunidad, me divierte".