“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA


  • Jazmín Carballo: Besos cordobeses
    Por Juan Pablo Russo

    En el marco del 5 Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín tendrá su estreno mundial Los besos (2015), ópera prima de la cordobesa Jazmín Carballo, donde la directora, productora y actriz bucea en la cotidianidad de una ex pareja de veinteañeros que se reencuentra tiempo después sin ya mucho qué decir y en donde los besos de antaño serán solo un recuerdo que quedó atrás. “Pienso los besos como una forma de vincularse, donde una vez que se concretan la relación cambia, avanza, se transforma, se diluye, pero nunca vuelve a ser igual”, dice en diálogo exclusivo con EscribiendoCine.

    ¿Qué te mueve a contar una historia como Los besos?

    Yo venía de terminar mi primer duelo amoroso y estaba muy desorientada. Todo eso de enamorarse me había dejado muchas preguntas que me llevaron a meterme en una espiral poco creativa y un poco para salir de esa empecé a preguntarles a mis amigos cómo se sentían con respecto al desamor.

    Entrevisté a varios y los filmé con una cámara Mini DV con la que hacía los trabajos prácticos en la universidad. Me intrigaba saber cómo sentían ese pasaje de compartir la intimidad con alguien a ser un completo extraño. Y de esas filmaciones empecé a editar un video que por el momento no terminé.

    En 2012 estuve involucrada en distintos proyectos audiovisuales desde la parte de la actuación y me vi invirtiendo muchos meses del año en rodajes que me entusiasmaban, donde aprendía y disfrutaba y quise generar ese ritual con una historia que sintiera más cercana. Quise retratar algo de los vínculos amorosos, conservando algunas reflexiones sobre el desamor que había en las entrevistas pero dejando de lado lo catártico que tenían.

    Entonces escribí la historia de esta ex pareja que se reencuentra fortuitamente después de algunos años sin verse, quería que la película los acompañase mientras redescubren su vínculo.

    La película trabaja los diálogos de una manera natural, casi como si pusieras la cámara en una charla de amigos y reflejaras eso. ¿Cómo lo trabajaste para que dé esa sensación?

    Escribí la película pensando en los actores que iban a participar, de hecho la mitad era la primera vez que actuaban y también sucede que somos amigos en la vida real, los actores y todo el equipo. Mi deseo al hacer la película era retratar esos vínculos, hay pinceladas de nosotros en todo lo que se cuenta. El guión estaba planteado como una gran escaleta, había pocas escenas con diálogo escrito de antemano. Planteábamos las situaciones como consignas y probábamos a donde nos llevaban. Los actores proponían ideas todo el tiempo, agregábamos y descartábamos cosas mientras rodábamos. La libertad que nos ofreció filmar con cámara de video también facilitó que pudiéramos incorporar y probar situaciones que iban sucediendo cada día.

    ¿Por qué la elección del blanco y negro en la fotografía?

    La película inicialmente estaba pensada a color. Unos meses antes del rodaje de Los besos dirigimos con Julián Lona (el director de fotografía de la película) un video clip que fue en blanco y negro y desde ahí quedé enamorada. Cuando terminamos el montaje de la película probamos una versión en blanco y negro y sentí que le terminaba de acentuar cierta nostalgia que atraviesa toda la película.

    Llama la atención que el título hace referencia a algo que no ocurre en la película porque no hay besos ¿A qué se debe?

    La bauticé así de manera irónica. Pienso los besos como una forma de vincularse, donde una vez que se concretan la relación cambia, avanza, se transforma, se diluye, pero nunca vuelve a ser igual. Una vez alguien que vio la película me dijo que podía unir el título a distintos momentos y distinguió tres tipos de besos: El rutinario, con el novio. El provocativo, con el amigo. El más esperado, el que no se ha dado aun. Me gusta imaginar la posibilidad que algún espectador confíe que el beso entre ellos será fuera de campo.

    En la película dirigís, producís y actúas, ¿cómo se hace para cumplir esos tres roles y salir airosa?

    Quizás que las tres cosas no están tan alejadas entre sí. El encuentro y la colaboración en equipo fueron y son esenciales para sostener la película.

    Hay una escena en la que uno de los amigos, que va a dirigir una película, tiene un diálogo con una chica en la que esta le pide un papel porque piensa que como es una peli independiente cualquiera puede hacer lo que quiera. ¿Pensás que hay en el imaginario algo de eso, que independiente y profesional para la gran mayoría son términos que no confluyen?

    Hay algo de eso, sí. Lo que se considera independiente de lo único que no depende es del dinero, ya que no deja de ser profesional. Yo creo mucho en la autogestión. Y desde mis vivencias puedo decir que trabajé en rodajes de producción independiente de dinero y dependiente de dinero, y en ambos casos percibí en la gente mucha pasión por sus actividades, sin importar cuánto se cobrara, el espíritu en equipo y las ganas de crear eran compartidas.

    Viendo tu película y El último verano, de Leandro Naranjo encuentro similitudes en cuanto a formas y contenidos. ¿Ves que el cine cordobés va para ese lado o solo es algo casual?

    Me conmovió ver El último verano. Me sorprendieron las similitudes: el blanco y negro, el reencuentro, el no-beso, la misma ciudad, el cine, la música, las fechas en que fueron filmadas, el hecho de no conocer a su director. El rodaje de Los besos es anterior al de El último verano y no creo que sea casualidad pero tampoco sé qué significa todavía. Sumaría a esta lista El espacio entre los dos de Nadir Medina, que también habla un poco de los vínculos amorosos en la adolescencia. No sé si el cine cordobés va para ese lado, ojalá que en términos de intimidad sí porque es lo que más disfruto de ver en las películas, seguramente los temas irán variando y se explorarán otras zonas. Pienso también que esta similitud tiene que ver con que en todos los casos son primeras películas, quizás en las segundas no haya coincidencia.

    ¿Para vos que experiencia te dejó esta película?

    La experiencia del rodaje me dejó aprendizaje. Aprendí a terminar un proceso. Aprendí a trabajar en equipo, aprendí a confiar, a permitir que confíen en mí y reafirmé que la amistad es lo más valioso que hay. Considero una película como tal cuando entra en contacto con un público, esa es la experiencia que está por venir y la ansío con entusiasmo. Así como también ansío con entusiasmo seguir filmando.


    (Fuente: Escribiendocine.com)


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