“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
ENTREVISTA
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Huesitos de Gabriela Leal
Huesitos “emos” para arquitectos animadoresPor Mayté Madruga Hernádez
En la pasada Muestra Joven ICAIC –abril 2014–, la obra Huesitos resultó ganadora en el apartado de animación. La aparente sencillez narrativa, un guion elaborado a partir de elementos del suspense, constituyen algunos de los logros más significativos de la opera prima de Gabriela Leal Carrazana.
La joven, estudiante de la carrera de arquitectura en la Universidad Central de las Villas, ve en la animación un recurso expresivo donde intervienen otros elementos cinematográficos que deben ser desarrollados con igual seriedad y calidad.
Trabajas con un grupo de animadores que provienen de la carrera de arquitectura, ¿cuándo aparece la necesidad de expresarse en la animación, a pesar de tener una carrera creativa como la arquitectura?
Es una necesidad que surge para, a través de la animación, apegarse un poco más al arte; pues arquitectura es una carrera un poco más técnica. Pienso que esto se da en nuestra provincia al no estudiarse diseño, existen muchos jóvenes con varias inquietudes creativas que encuentran realización en la animación.
¿Y en tú caso?
Comienzo por un profesor que da clases en mi facultad, Harold Guzmán, quien llevaba mucho tiempo trabajando en la animación— sobre todo 3d— junto a Víctor Alfonso Cedeño en Danny y el club de los berracos. Yo lo busco a él por un proyecto de la misma carrera, y ahí comenzamos a relacionarnos. En un inicio quería estas herramientas para la arquitectura, pero noté que era como limitarlas un poco, entonces me interesó lo que ellos hacían y le pedí que si podía formar parte del grupo de trabajo.
Durante el pasado año Harold nos pidió a cada uno que si podíamos hacer un animado para presentar en la Muestra, no solo como una iniciación, sino para pasar por la experiencia de enfrentarnos por primera vez a la dirección de un proyecto, y ver qué se sentía trabajar en uno más corto, antes de enfrentarnos a uno más grande como grupo.
A mí me pareció bien, tenía esta historia y decidí realizarla, en la medida que iba aprendiendo las herramientas técnicas para desarrollar la idea.
¿Cómo decides la historia?
Tenía varias ideas, unas más desarrolladas que otras, de todas Huesitos era la más completa, mejor pensada y trabajada. También el resto del equipo coincidía en esto, así que fue la que perduró.
El animado transcurre entre una estética, diríamos “emo”, ¿cuál fue tu concepción inicial?
Mi interés era representar lo más puro del sentimiento, este sentimiento que no está corrupto, que no tiene interferencias de otra naturaleza, como pueden ser preferencias materiales. La idea que intento perseguir en mis trabajos es que si va ser divertido sea lo más divertido posible; si es amor, como el caso de Huesitos, que sea lo más tierno posible.
¿Cuán importante crees que pueda ser una escuela de animación cubana?
Una escuela sería muy útil. Creo que es una gran carencia. He notado que casi siempre se dan talleres de dirección, de fotografía, y en la matrícula a los que priorizan son los documentalistas, o a guionistas de ficción y no se tiene en cuenta a los animadores. Dentro de los códigos que se manejan en la propia industria, la animación sigue siendo más técnica y menos cinematográfica, y no debería ser así. Existe un componente técnico, pero a la vez se están haciendo guiones, se construyen escenas, y también se necesita preparación para eso.
De hecho nuestro grupo pretende esto, ampliar horizontes en el aprendizaje, nunca llegará a ser una academia, pero sí al menos que se nos reconozca como creadores más preparados.
(Fuente: www.cubacine.cu)
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