Los cines de América Latina y el Caribe, una especie de enciclopedia en dos tomos que constituye la primera historia de la evolución de las industrias cinematográficas en la región, fue la principal propuesta de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro, Cuba 2014.

El volumen -coordinado por el crítico e investigador Édgar Soberón Torchia, con la colaboración de otros 52 especialistas- constituye un texto sin precedentes e intenta articular el panorama general de poco más de un siglo de cine en América Latina y el Caribe a través de las semejanzas entre las diferentes industrias nacionales. Por su ameno lenguaje, la obra podrá convertirse en material de consulta imprescindible para cualquier analista, estudiante o adepto al séptimo arte.

Bajo el sello de Ediciones EICTV, Los cines… tendrá alcance nacional gracias a la colaboración del Instituto Cubano del Libro (ICL), que asumió la impresión de 2 000 ejemplares de cada tomo y su posterior distribución en la red de librerías del país.

Según declara Soberón en exclusiva a Cubacine, “la compilación trata de no concentrarse en las cinematografías más establecidas de la región, sino que atiende de igual manera a las industrias menos consolidadas. Al mismo tiempo, no agota las historias nacionales de cada cinematografía, pues siempre habrá un montón de datos que no pudimos abarcar. La prioridad era hacer un recorrido historiográfico que sirviera sobre todo a estudiantes de las escuelas de cine del continente, para reconocer el desarrollo de nuestras cinematografías”.

Por esa misma razón, aunque aportaron su trabajo muchos especialistas cubanos, se refieren solo los hitos fundamentales del cine insular. Es decir, no porque sea Cuba el contexto de creación y de emisión del texto se atiende más su producción, según precisa el también director de Cultura de la EICTV. 

¿Cuándo surgió la idea de hacer el libro? 

Desde que escribí hace más de veinte años Un siglo de cine, una historia de la cinematografía mundial publicada en México, tuve la idea de hacer un libro similar a este. Para ello pensaba recorrer varias cinematecas nacionales del continente, con el propósito de recopilar toda la información necesaria ?porque la mayor parte del patrimonio fílmico latinoamericano no se encuentra conservado o disponible con facilidad?, pero no fue posible por cuestiones económicas. 

A fines de los 90 llego a la EICTV y, casualmente, Alberto García Ferrer, que era el director en aquel momento, me propuso realizar un texto historiográfico sobre la historia de las cinematografías del continente, que sirviera fundamentalmente para los estudiantes  europeos de cine latinoamericano. 

Entonces… ¿comenzó a hacerlo desde esa fecha? 

Realmente tampoco fue posible aquella vez. Aunque fueron contactados Nelson Carro, Luciano Castillo y otros críticos e investigadores reconocidos, el proyecto no se materializó nuevamente por falta de presupuesto. 

Luego el crítico francés Emmanuel Vincenot quiso hacer algo similar en Francia, pero tampoco ocurrió. Más tarde Tanya Valette asume la dirección general de la Escuela y Patricio Riquelme, un egresado que ocupaba la dirección académica, nos sugiere que hagamos la historia de los cines de América Latina y el Caribe siguiendo otro formato. 

Por último, en 2009, Maykel Ponjuán ?también egresado de la EICTV? me regaló El más humano de los autores, un libro del ensayista cubano Reynaldo González sobre Félix B. Caignet. Cuando vi ese formato, supe cómo quería hacer el mío. A partir de entonces fue que comencé a trabajar concretamente en el volumen. 

¿Cómo se estructuró el libro? 

La estructura que diseñamos es la que tiene actualmente, consistente en artículos de fondo y separatas donde se hace énfasis en determinados cineastas, actores, películas o momentos de la cinematografía continental. Los capítulos se dividen por décadas, excepto los años 30 y 40; que decidimos unirlos al considerarlos como la época de oro de los cines de América Latina y el Caribe. 

¿Quiénes fueron los colaboradores esenciales en su diseño editorial?

Las personas claves dentro de la EICTV para hacer “la biblia” -como le apodamos- fueron Luciano Castillo, que me proporcionó muchos contactos, y Joel del Río, que me ayudó en la organización general. Siempre trabajamos de conjunto y nos dividimos los períodos por etapas.

Finalmente, los dos volúmenes fructifican gracias a la gestión de la editora Nisleidys Flores Carmona quien se lo propuso al ICL, institución que asumió la impresión de todos los ejemplares. 

¿Cómo logró que se pusieran de acuerdo tantos investigadores para conformar el contenido de Los cines de América Latina y el Caribe?

Resultó posible organizar los textos de los más de cincuenta creadores que tributaron al libro porque en cada caso se les preguntó si podían escribir sobre temas ya establecidos. Si declinaban la oferta, se le encargaba a otra persona. 

Por supuesto, en muchas ocasiones se encargaban determinados temas a los que sabíamos que eran los más expertos. Incluso hay trabajos medulares -como los de Nelson Carro sobre la década del 60- que se habían hecho previamente. Por otra parte, hubo algunas separatas que fueron tomadas de las publicaciones oficiales de varios festivales de cine y de otros sitios, en su mayoría digitales. 

Pero es importante destacar que el grueso de los textos son inéditos y que en esa lista de colaboradores, además de Nelson Carro, hay personas muy reconocidas dentro del campo de los estudios cinematográficos en la región como: Jorge Ayala Blanco, Silvia Oroz, Jorge Ruffinelli, Emilio Bernini e Isaac León Frías, que presentó recientemente en La Habana un libro muy valioso sobre el Nuevo Cine Latinoamericano. También hay muchos jóvenes como Zaira Zarza, Abel Arcos y Rebeca Ferreiro. 

¿Sabe si existe algún empeño editorial similar a este en América Latina?

No que yo conozca. Hace poco circuló en España una enciclopedia en varios tomos sobre realizadores latinoamericanos, organizada por orden alfabético, con semblanzas y filmografías. Sin embargo, a la manera de Los cines de América Latina y el Caribe creo que no se ha hecho en ninguna otra parte. 

Sí existe un libro de historia del cine latinoamericano escrito por Peter B. Schumann, un historiador alemán, pero que contiene muchos errores; así como Les cinemas de l´Amérique Latined´Aujourd´hui, de Guy Hennebelle y Alfonso Gumucio Dagrón, que hace muchas omisiones; y América Latina en 130 películas, de Jorge Ruffinelli, que solo analiza filmes, aunque es mucho más serio.

¿Se hace referencia, en la compilación, a las producciones de la EICTV?

Realmente, no quise contemplar las producciones estudiantiles de la EICTV ni de otra escuela de la región, pues hubiera sido muy difícil. Si hay alguna obra incluida es porque tuvo relevancia fuera del ámbito académico. 

En el futuro, ¿será publicado en algún otro país? 

Supe que será editado también en Venezuela, en 2015. Para esa ocasión, Joel del Río añadirá algunos textos que lo actualizarán porque el cierre de la edición fue en 2010 -estaba previsto terminarlo para 2011- con motivo del XXV aniversario de la EICTV. 

Ahora que está a debate el concepto de Nuevo Cine Latinoamericano, ¿qué postura adoptó usted como compilador? 

Joel del Río y yo nos identificamos con la postura de León Frías, aunque creemos que las últimas voces del concepto de Nuevo Cine Latinoamericano están en el cine centroamericano de los 80, hecho literalmente en el campo de batalla. Al menos son las que, a nuestro juicio, más se identifican con el ánimo ideológico y estético del Movimiento. Pero incluimos otras definiciones poco referidas como la de “cine paulista”, por ejemplo.