“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
TESTIMONIO
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Carlos Diegues
A pesar de que las cinematografías de los países de lengua española, sobre todo los del cono sur ya estaban en contacto entre sí desde hacía muchos años, Brasil, por razones diversas, andaba muy distante del resto de la América Latina, como si fuese una isla perdida en el centro del continente. Nosotros mismos, los pocos que entonces intentábamos crear un cine nuevo y moderno en el país, comprendíamos la esencia de la fraternidad social y política latinoamericana, pero no habíamos medido aún la posibilidad e importancia de la transferencia de esa solidaridad al campo del cine. Poco a poco una telaraña invisible comenzó a aproximarnos en la medida que los filmes brasileros comenzaron a ser vistos por los cineastas del resto del continente, hasta que la fuerza de nuestros intereses comunes se volvió visible e irrefutable. Eso se dio sobretodo en el encuentro de Viña del Mar en 1967, cuando para nosotros fue evidente la necesidad de formar y desarrollar el trabajo cinematográfico que, respetadas las diferencias necesarias, tuviese un sentido continental. El cine brasilero se volvió latinoamericano a partir de aquella fecha, allí tomamos conciencia de la necesidad práctica de nuestra integración en el cine de la América Latina.
Carlos Diegues (Brasil)
Realizador
Agosto/ 1987
(Fuente: Revista Cine Cubano 120)
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