Luego de que su película "Verano de Goliat" ha cosechado importantes premios internacionales, el director mexicano Nicolás Pereda señaló que nunca imaginó que su filme ganara en tan poco tiempo reconocimientos, aunque dejó en claro que esto también ha sido mucha suerte.
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Pereda acaba de ganar el galardón a Mejor Largometraje Internacional en el 17 Festival Internacional de Cine de Valdivia, en Chile, además de que también obtuvo el Premio de la Crítica, con el que la trayectoria del realizador mexicano fue ampliamente reconocida, ya que a sus 29 años de edad cuenta con cinco películas y un cortometraje.

El cineasta llegó a Chile precedido de la presea obtenida en la pasada Muestra Internacional del Arte Cinematográfico de Venecia, donde obtuvo el Gran Premio Orizzonti, que se entrega a la Mejor Película de Vanguardia y con una propuesta experimental.

Pereda, quien se presentará con su más reciente filme en la 52 Muestra Internacional de la Cineteca Nacional, en la capital mexicana, señaló: "Creo que en general los premios son suerte y depende mucho del jurado que te toca".

El realizador, quien estuvo en esta ciudad y viajaría de inmediato a Canadá para arreglar algunos asuntos, dijo en entrevista con Notimex: "Lo que pasa con los premios, en mi percepción, es que yo veo lo que me interesa y cuando están en competencia me fijo en qué jurado estará, porque de su criterio dependerá, si gana".

Indicó que este tipo de premios lo que hacen es que la gente voltee a ver el trabajo que se realiza de manera independiente, porque además estas películas no cuentan con grandes presupuestos para promoción y los festivales son un buen escaparate.

"Los premios son como contratar gente de prensa que te haga difusión, porque de ahí en fuera no sirven para nada", dijo Pereda, al añadir que los galardones son una forma de legitimar el trabajo para que pueda ser exhibido también en otros foros.

Verano de Goliat fue filmada en el pueblo morelense de Huilotepec; cuenta con la participación de actores profesionales y gente de la propia comunidad, como Óscar Saavedra (Goliat), un niño que tiene que trabajar duro para ganarse el sustento diario.

Con esta quinta película en su carrera, Pereda, quiere hacer una reflexión acerca del sufrimiento tras el abandono, las promesas rotas, la desconexión y anhelo eterno, además de que su propuesta cinematográfica mezcla la ficción y documental.

El cineasta tiene gran cercanía con la comunidad de esa localidad, por lo que además realizó allí parte de su primer largometraje titulado ¿Dónde están sus historias? (2007); después regresó para hacer un cortometraje: Entrevista con la tierra (2008); y en 2010 Verano de Goliat.