CINEASTA

  • Eduardo Coutinho
    (Brasil, 1933-2014)



    Nombre esencial en el documental latinoamericano es el de Eduardo Coutinho, aunque su formación tiene que ver también con el derecho, el teatro y el periodismo, que ejerció durante mucho tiempo. También es autor de textos sobre el cine brasileño publicados en diversos diarios y revistas. Su primer contacto con el cine fue en 1954 en un seminario, pero desde ese año y hasta 1957 fue editor de la revista Visão, y fue luego que partió a estudiar cine en el respetado Institut des Hantes Études Cinématographiques (IDHEC) de París. Colaboró en el guión o en la producción de importantes filmes dirigidos por Leon Hirzsman (A Falecida, Garota de Ipanema), Eduardo Escorel (Lição de Amor), Bruno Barreto (Dona Flor e seus dois maridos) y Zelito Viana (Os Condenados).

    En 1975 Coutinho se integra al equipo del Globo Repórter, donde permaneció durante nueve años, y, según el propio director, fue una gran escuela que lo convenció a decidirse por el cine documental. A pesar de la censura, el equipo (integrado también por Paulo Gil Soares, João Batista de Andrade, Jorge Bodansky y Oswaldo Caldeira, entre otros) consiguió tratar con profundidad numerosos temas. A esta etapa pertenecen documentales de Coutinho como Seis Dias em Ouricuri (sobre la sequía y los difíciles trabajos en el sertón), O Pistoleiro de Serra Talhada (sobre el bandidismo en el nordeste), O Imperador do Sertão (sobre el coronel Teodorico Bezerra) y  O Menino de Brodósqui (sobre el pintor Cándido Portinari).

    Sus trabajos documentales se caracterizan por el sesgo político, no panfletario, a la hora de abordar con profunda emoción y sensibilidad nada melodramática los problemas y aspiraciones de las mayorías marginales, ya sea en las fabelas o en el ámbito miserable del sertón. Su documental Hombre marcado para morir (1984), una continuación de sus anteriores obras ambientadas en el nordeste, fue altamente valorado por la crítica internacional y obtuvo el Gran Premio Coral en el Festival de La Habana, el Tucán de Oro en Río de Janeiro, y similares distinciones en Festival du Réel, París, Berlín, Tróia/Portugal, entre otros.

    Después del éxito de Hombre marcado para morir, Coutinho salió del grupo del Globo Repórter se dedica a la producción de documentales en video, además de realizar guiones para series de TV Manchete, como 90 Anos de Cinema Brasileiro y Caminhos da Sobrevivência. En 1988 centenario de la abolición de la esclavitud) realiza un documental sobre la presencia del negro en la historia y la cultura brasileña, O Fio da Memória, que fue filmado originalmente en 16 mm, y fue concluido después de cuatro años de trabajo por la intervención de los canales Lê Sept y Channel Four. Otros documentales en video fueron los mediometrajes Boca do Lixo, Santa Marta-duas semanas no Morro, O Jogo da Dívida y Romeiros do Padre Cícero

    A partir de 1999, regresa a lo largometrajes a video digital (posteriormente transferidos a 35 mm) y realiza Santo Forte, sobre la religiosidad popular en las fabelas; Babilônia 2000, sobre los sueños, frustraciones y expectativas de los habitantes de la fabela llamada Babilonia para el nuevo milenio, y Edifício Master (2002), que continúa similares principios constructivos que los anteriores y se transformó en uno de los mejores documentales latinoamericanos de su momento.

    Jogo de cena (2007) es su décimo largometraje. Sus métodos singulares de realización cinematográfica, y su capacidad para la comprensión y presentación de sus temas, constituyen la base de sus aclamados documentales.




    Eduardo Coutinho (1933-) is an essential name of the Latin american documentary;  although his training is related with law, the theate and the journalism that he practiced for along time. He is also the author of text on Brazilian cinema in different newspapers and magazines. His first contact with film was in 1954 during a seminar, but from this year and until 1957, he was  editor of the magazine Visão;  was then that he went to study film in the prestigious Institut des Hantes Études Cinématographiques (IDHEC) of París. He took part in the screenplay of  important films directed by Leon Hirzsman (A Falecida, Garota de Ipanema), Eduardo Escorel (Lição de Amor), Bruno Barreto (Dona Flor e seus dois maridos) y Zelito Viana (Os Condenados).

    In 1975 Coutinho entered the staff of the Globo Repórter, where he worked for nine years, and that, according to the director´s opinion, was a great school tat convinced him to direct documentaries. In spite of censorship the group integrated also by Paulo Gil Soares, João Batista de Andrade, Jorge Bodansky and Oswaldo Caldeira, among others, managed to deeply dealt with numerous themes. To this time belong  the documentaries as Seis Dias em Ouricuri (about drought and the hard labor at the sertao, northeast region), O Pistoleiro de Serra Talhada (about banditry in the Northeast), O Imperador do Sertão (about the colonel Teodorico Bezerra) and O Menino de Brodósqui (about the painter Cándido Portinari).

    His documentaries are characterized by a political stance, never demagogic when reflecting, with deep emotions and not all melodramatic sensibility, the problems and aspirations of the marginalized majorities of society, elsewhere in the favelas (slums) or the sertao (Northeast dry region). His documentary  Cabra marcado para morrer,(1984), a follow up to hsi previous works set in the Northeast, was highly appreciated by the internacional critic and won the Grand Coral Award at the Havana Film Festival, the Tucán de Oro in Río de Janeiro, and similar distinctions at the Festival du Réel, Parí s, andd the films festical of Berlín, Tróia/Portugal, and others.

    After the success of Cabra marcado para morrer, Coutinho left the  group of the  Globo Repórter, and devoted himself to produce documentary videos, in addition to write screenplays for TV series:  Manchete, as 90 Anos de Cinema Brasileiro and Caminhos da Sobrevivência. In 1988 in the centenary of abolition of slavery, he made a documentary about the presence of the black in the Brazilian history and culture, O Fio da Memória, which was originally filmed in 16 mm  and was finished after four years of work  thanks to the collaboration of channels  Lê Sept  and Channel Four.  Other video documentaries were the medium length Boca do Lixo, Santa Marta-duas semanas no Morro, O Jogo da Dívida y Romeiros do Padre Cícero.
     
    In 1999 he came back to the feature films shot in digital video (and subsequently transferred to  35 mm) and directed Santo Forte, about popular religion in the Favela ; Babilônia 2000, about the dreams, frustrations and expectations of the inhabitant of the so called  favela Babilonia in the new millennium, and Edifício Master (2002), which followed  similar construction principles, and became one of the best Latin American documentaries of its time.

    Jogo de cena (2007) is his tenth feature film. His peculiar way of filmmaking and his power to understand and represent subject matters are in the base for his acclaimed documentaries.


    Referencias en el Portal:

    Cabra marcado para morrer (Hombre marcado para morir), 1984, Dirección
    O Fio da memória (El filo de la memoria), 1991, Dirección
    Babilônia 2000 (Babilonia 2000), 2000, Dirección
    Edifício master (Edificio máster), 2002, Dirección
    Peões (Peones), 2004, Dirección
    O fim e o principio (El fin y el principio), 2005, Dirección
    Jogo de cena (Juego de escena), 2007, Dirección
    Moscou (Moscú), 2009, Dirección
    As Cançoes (Las Canciones), 2011, Dirección
    Últimas conversas (Últimas conversaciones), 2015, Dirección


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