El escritor-productor y guionista se cuenta entre las personalidades más exitosas del cine argentino, sobre todo luego de Sol de otoño (1996) que se transformó en un instantáneo éxito de boletería, gracias en parte a la presencia de Federico Luppi y Norma Aleandro. En esta, y en sus películas anteriores y posteriores, Mignogna hace gala de sus dotes como narrador (empezó su carrera como escritor en los años setenta y llegó incluso a recibir premios internacionales por sus novelas).
Exiliado en España e Italia en los años setenta, no dejó de escribir (En la cola del cocodrilo, 1971; Tigres y alondras, 1979) y en Colombia realizó documentales comerciales durante tres años. Debutó en el largo con Evita, quien quiera oír que oiga (1983), mezcla de archivo y entrevistas con personas que conocieron a Eva Perón. Luego trabajó como escritor y director de televisión en Desafío a la vida; Misiones, su tierra y su gente; la miniserie Horacio Quiroga, entre personas y personajes (1987) y una buena cantidad de documentales.
En 1990, Mignogna regresó al cine con Flop, una biografía fílmica del legendario comediante Florencio Parravicini. Luego, ocurrió un paréntesis en su filmografía, por el empeoramiento de las condiciones de producción en la industria nacional, y Mignogna regresó a la televisión de calidad, hasta que se convirtió, con Sol de otoño, en uno de los directores argentinos más exitosos fuera y dentro del país.
Las películas posteriores de Mignogna continúan en la línea de narración clásica, melodrama, alto nivel histriónico que había sellado anteriormente, en cine y televisión. Así, El faro (1998), La fuga (2001), Cleopatra (2003) y El viento (2005), entre otras, confirman su prestigio de buen narrador, de cineasta dedicado sin complejos al entretenimiento más profesional.
Tras la muerte de Mignogna, en el 2006, Ricardo Darín decidió aventurarse, por primera vez en la silla de director, para completar el proyecto La señal.
Eduardo Mignogna (1940- 2006) is director, producer and screenwriter. He is one of the most outstanding filmmakers of Argentine cinema, especially after Sol de otoño (1996) which became an instant box-office success, thanks -in part- to the presence of Federico Luppi and Norma Aleandro. In this films, as well as in his previous and latest ones, Mignogna shows his extraordinary skills as a narrator (his writing career began in the 1970s and he was even internationally awarded for his novels).
Exiled in Spain and Italy in the 1970s, he continued writing (En la cola del cocodrilo, 1971; Tigres y alondras, 1979) and in Colombia he made commercial documentaries for three years. His first long feature film was Evita, quien quiera oír que oiga (1983), a mix of archives and interviews with people who knew Eva Perón. Then he worked as a writer and TV director in Desafío a la vida; Misiones, su tierra y su gente; the miniseries Horacio Quiroga, entre personas y personajes (1987), and many documentaries.
In 1990, Mignogna returned to cinema with Flop, a film biography of the legendary comedian Florencio Parravicini. After that, he took a break due to the worsening production conditions of the national film industry, and returned to the television of quality, until he became one of the most successful Argentine directors outside and within the country with the film Sol de otoño.
Mignogna´s subsequent films continue the line of classic narrative and melodrama, a high histrionic level that characterized his previous works, in cinema and television. Thus, El faro (1998), La fuga (2001), Cleopatra (2003) and El viento (2005) confirm his reputation as a good narrator and an unprejudiced filmmaker devoted to the most professional form of entertainment.
After the death of Mignogna, in 2006, Ricardo Darín decided to venture, for the first time, in the director’s role in order to complete the project La señal.
“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
