El filme le valió su primera nominación al Oscar, que levantó en 1968 por El graduado, que lanzó a la fama a un hasta entonces desconocido Dustin Hoffman en esta historia sobre los líos de faldas de un recién licenciado universitario.
Nichols volvió a optar a la dorada estatuilla como mejor realizador en dos ocasiones más: por Secretaria ejecutiva, con Melanie Griffith, Harrison Ford y Sigourney Weaver, y el drama Silkwood, en el que Meryl Streep da vida a una combativa trabajadora de una planta de procesamiento de plutonio.
Entre su filmografía también se destacan Closer: llevados por el deseo; Colores primarios, Una segunda oportunidad y el telefilme Ángeles en América.
Su última película tras las cámaras fue el drama sobre la guerra de Afganistán Juegos de poder, basado en la historia de un congresista de Texas y protagonizado por Tom Hanks y Julia Roberts.