“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano.
Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)
NOTICIA
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El documental Gabor conmueve con la historia de un fotógrafo ciego
El cineasta argentino Sebastián Alfie estrena un sorprendente filme sobre la ceguera y la fuerza de voluntad que filmó en Barcelona y Bolivia con el húngaro Gabor Bene, un experimentado director de fotografía que quedó ciego y que, sin embargo, le dio una verdadera lección de iluminación y de vida.
Radicado en Madrid desde la crisis de 2001, Alfie sostuvo que lo que aprendió de Gabor es que “cuando uno tiene muchas ganas de hacer algo no hay obstáculos, porque esas ganas hacen que te levantes de la cama y salgas corriendo, son ganas que involucran cada célula de tu cuerpo, incluso aunque estés ciego”.
“El tema de la película es ese, pero también es una película con mucha emoción, donde se trata el tema de la ceguera con humor, y eso hace que caigan muchas barreras”, afirmó el cineasta, exalumno de José Martínez Suárez, maestro de cineastas y presidente del Festival de Cine de Mar del Plata, de quien está “muy agradecido” por sus enseñanzas.
Se trata de un filme verdaderamente luminoso y conmovedor, en el que Alfie y Gabor construyen fuertes lazos de amistad a través de una relación entre iguales, en la que cada uno de ellos está abierto a aprender algo del otro y donde, a pesar de ser ciego, el director de fotografía exige y es exigido en la medida del nivel profesional del trabajo que tienen entre manos.
Alfie conoció a Gabor cuando quiso alquilar una lente fotográfica para filmar la ceguera, ya que había sido contratado para registrar la obra de una ONG que ayuda a personas de bajos recursos y con problemas de vista en Bolivia, y encontró que quien alquilaba los equipos era ciego y tenía una gran historia de vida y mucha experiencia como fotógrafo cinematográfico.
El cineasta, que inmediatamente tomó el riesgo e invitó a Gabor a ser el fotógrafo del corto sobre la ceguera que le habían encomendado, recordó: “Me di cuenta que soy un tipo bastante más prejuicioso de lo que pensaba, porque creía que yo iba a tener que ser sus ojos y al final fue todo lo contrario. Pese a ser ciego, fue él quien me terminó guiando a mi”.
En una conversación telefónica con Télam desde Madrid, Alfie señaló que cuando le dijeron que había un ciego que alquilaba cámaras y lentes, inmediatamente pensó que tenía que hacer una película: “Fue la primera idea que vino a mi mente, y luego se me ocurrió ofrecerle justamente a él hacer la fotografía del corto sobre la ceguera que me habían encargado”.
El cineasta, que prepara un largometraje de ficción para filmar en Argentina, recordó que “temía que el experimento de filmar con un ciego se convirtiera en una cosa circense. Para que eso no pasara, quedamos con Gabor que yo le exigiría a él lo mismo que a cualquier otro director de fotografía, sin ningún reparo”.
“Como realizador me llamó mucho la atención que, al trabajar con un ciego, te das cuenta de que muchas veces las imágenes, la belleza o la luz pueden ser engañosas. Al trabajar con Gabor entendí que siempre lo primero es la narración, porque la belleza te distrae de la historia que querés contar. En ese sentido, él y su ceguera me dieron una enorme lección”, reconoció el director.
Una de las exigencias de Gabor -y el primer cortocircuito entre ambos- fue filmar con una cámara de cine y no de video, lo cual presentaba un problema de presupuesto pero también de practicidad, ya que iban a filmar en el Altiplano y, según Alfie, “era todo lo contrario de lo que necesitaba en un documental”.
“Una vez más, Gabor tenía razón y lo que captó fue increíble. Él filmó con lentes anamórficos para captar esos paisajes amplísimos del altiplano, y como el corto que teníamos que hacer era sobre la ceguera, para nosotros era importante mostrar todo lo que los ciegos no podían ver, así la gente podía disfrutar de esas imágenes y valorarlas más”, señaló el cineasta.
Si bien hubo dificultades y algunos puntos en los que no se ponían de acuerdo, la película exhibe una relación profesional y de amistad entre ambos muy fresca y relajada, llena de humor: “Esa puerta la abrió Gabor, porque a mí no se me hubiera ocurrido hacer un chiste con la ceguera. Fue él quien empezó a hablar del tema con humor, sacándole cualquier atisbo de solemnidad”.
“Creo que eso es justamente lo que le permitió seguir adelante en su vida a pesar de quedar ciego, porque el tema es duro y no todos pueden lograrlo. Creo que eso se debe a que él puede reírse de lo que le pasa. Esa es un poco la filosofía de Gabor, un trotamundo, un tipo que hizo de todo, vivió la vida, y eso le dio mucha sabiduría. Es esa sabiduría que te la dan los golpes, que es la mejor manera de aprender”, destacó Alfie.
Gabor se estrenará el jueves y podrá verse durante agosto en la sala González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543, Capital).
(Fuente: telam.com.ar)
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