En Se acabó la épica (2014), tercer largo documental de Matilde Michanie, se analiza y profundiza sobre la obra del escritor Néstor Sánchez desde sus orígenes, sus logros, su reconocimiento y su auto retiro que generó aún más interés en sus libros. En una entrevista exclusiva con EscribiendoCine la directora habla sobre el film, el significado de la obra de Sánchez para ella y el por qué de su interés en este escritor particular.

¿Por qué un film sobre Néstor Sánchez?
Porque Sánchez intenta experimentar el sentido real de la existencia con su vida y con su obra. Le confiere a esa experiencia una dimensión ética, imprescindible para él, y eso lo lleva a confrontar con los condicionamientos del mercado literario y por ese empeño y otros tantos de sí mismo, queda al margen, y desde ese lugar marginal propaga su turbación y eso me parece muy inquietante.

¿Cómo conociste su obra? ¿Y qué te impactó para hacer un film?
Cuando era una adolescente alguien me acercó sus dos primeras novelas, Nosotros dos y Siberia blues, justo en una época en que yo leía a Daumal, (Sánchez tradujo El monte análogo, eso lo supe durante la investigación, aunque hasta ahora no encontré esa traducción) Nerval, Rimbaud, Artaud..., algo me habrá quedado resonando. Luego de muerto Sánchez, reeditan su obra completa incluido Cómico de la lengua, que había sido publicado por Seix Barral en España y por Gallimard en Francia pero no aquí, ahí pude leer todo lo que había publicado. Esa búsqueda permanente de Sánchez por vencer la banalidad y dotar a las palabras de un significado que las haga hablar, que las haga responder, que las haga bailar con el compás tanguero o con el ritmo del jazz, para así desentrañar el misterio de porqué estamos acá, quiénes somos, la insistencia de esa búsqueda sin límite alguno, eso me conmovió.

¿Cómo fue el proceso de investigación?
Fue arduo para mí pero a la vez muy enriquecedor ya que es la primera vez que trabajo con un protagonista que no está vivo. En los documentales siempre se reconstruye al otro, y en este caso, sin el Sánchez corpóreo, esa reconstrucción era completa, además sabía desde un principio que no iba a trabajar con material de archivo ni siquiera como contextualización de épocas o momentos, y que además en ese transitar de Sánchez hay tramos poco conocidos, sin testigos o con testigos mudos, o con otros que ya no están. O sea que fue un “deambular” tras sus huellas y subjetivamente, claro, pude ir encontrándolo.

¿Cómo fuiste decidiendo la posición enunciativa?
Ya que Sánchez no estaba físicamente tenía que estar de alguna forma, aunque fuera de una forma precaria, desde mis posibilidades personales tenía que acercarme a su narración; entonces los textos en off, las imágenes simbólicas y las presentes llevándonos al pasado, los testimonios fundamentales, los climas musicales ya que la música era un detonante inspirativo para él, el ir y venir de sus pasos, todo eso conforma un entramado subterráneo que va y viene en el tiempo de Sánchez y que exige del espectador un trabajo personal de articulación.

¿Cómo contactaste a los entrevistados?
Ese siempre es un proceso de trabajo intenso, incluso el de encontrarlos aun no sabiendo que existen, y ahí, un entrevistado te lleva a otro, o no, pero a veces te da un dato que te acerca a alguien, en fin, hablé con muchísima gente que no está en el documental y que me aportó detalles valiosísimos, de hecho grabamos pocas entrevistas y los testimonios que están son los que consideré significativos para las distintas etapas de la vida de Sánchez. La ayuda de Claudio Sánchez (su hijo) fue fundamental para ubicar a Teresa, que da un testimonio esencial.

¿Con quién te costó más dialogar?
Una vez establecido el vínculo y la confianza necesaria, en general no me costó dialogar con ninguno de ellos. En la mayoría Néstor está presente así que el intercambio dentro de cada uno de los entrevistados fue muy intenso y eso creo que se percibe en el documental.

Villa Pueyrredón es ubicada en el film a la altura de las otras ciudades cosmopolitas en las que vivió Néstor, ¿por qué esta decisión?
Del barrio de Villa Pueyrredón sale y al barrio de Villa Pueyrredón vuelve. Me parece que en un tanguero como Néstor, el barrio puede adquirir una magnitud cosmopolita ¿no?

¿Cómo seleccionaste los fragmentos de su obra?
En el guion previo al rodaje estaban seleccionados muchos de los fragmentos de su obra que luego utilicé. Ya que Néstor escribió siempre sobre lo que le pasaba, estos fragmentos reflejan directamente desde él: etapas, momentos, experiencias, sentimientos de su vida misma. Esa selección previa fue fundamental para darle el tono a las imágenes de los lugares en los que Néstor estuvo, determinadas situaciones por las que pasó, las experiencias con el Cuarto Camino y por supuesto todo la parte final de Nueva York y el Diario de Manhattan. Lo que hubo en el momento del montaje fue un recorte y reubicación de esos textos.

¿Qué pensás que diría Néstor si viera el film?
No sé, no creo que le importara demasiado, quiero creer que se reiría con algunas cosas y además el documental tiene un subtítulo Alrededor de la vida y obra de Néstor Sánchez, así que es sólo eso: un giro, un mirar fragmentado, que es lo único que podemos hacer.

¿Cómo pensaste el abordaje de su situación psiquiátrica? El film podría haber sido diferente si hubieses decidido contarlo de otra manera, ¿sos consciente de esto?
Sí claro porque hubo un trabajo puntual en la edición de no querer escarbar en la esquizofrenia de Néstor, sino presentarla desde un principio como lo que fue y evitar así que se transformara en una conclusión o explicación de la totalidad de su vida y su obra.

¿Crees que Se acabó la épica disparará el interés sobre la obra de Néstor?
Si el documental interesa y es visto creo que va a ser una consecuencia natural.

¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Sí en un par, pero me gusta hacerme la misteriosa. Apenas pueda comenzar con el rodaje de uno de ellos, vamos a contarlo.