“Nuestro objetivo final es nada menos que lograr la integración del cine latinoamericano. Así de simple, y así de desmesurado”.
Gabriel García Márquez
Presidente (1927-2014)

ENTREVISTA
  • Fernanda y el extraño caso del Doctor X y Míster Jai


    Lídice Marrero: “Fernanda ha sido una escuela para los jóvenes animadores”
    Por Yaneily García

    El estreno de Fernanda y el extraño caso del Doctor X y Míster Jai, nuevo trabajo del veterano Mario Rivas, ha significado para los Estudios de Animación del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) revertir el vacío que dejaran casi diez años sin producir un largometraje.

    Hecha exclusivamente por cubanos, la cinta también posee el privilegio de ser la primera película animada enteramente mediante técnica digital. Esta vez la niña detective tendrá que resolver el difícil enigma de las desapariciones misteriosas en el laboratorio de pequeños inventores de su escuela; solución que llegará a Fernanda luego de ver amenazado su prestigio por Francisco, un niño español que se erigirá como inesperado competidor.

    Cubacine se acercó a la productora del filme, Lídice Marrero, con experiencia en la multipremiada Habanastation, para conversar sobre las particularidades del proceso de creación y los elementos que lo distinguen entre las obras de este tipo realizadas hasta el momento.

    ¿Fue difícil el proceso de preparación y creación del largometraje?
    Fernanda, como personaje, empieza en una serie que ya tiene 20 capítulos. Dada su aceptación, los Estudios deciden hacer un largometraje en torno a este personaje y sus compañeros, porque en realidad son cinco protagónicos.

    Fue engorroso preparar la película. Desde que estamos en esta sede -el actual edificio de los Estudios de Animación-, Fernanda… es el primer largometraje completamente nuestro. Estamos trabajando en Meñique, pero es una coproducción con España -y tenemos dos más con Venezuela-. Este es cubano totalmente.

    Ya existía experiencia: Mario Rivas es un animador reconocido; sin embargo, un largometraje necesita mucho tiempo y más cantidad de personas. Casi todos los animadores de los Estudios tuvieron que laborar en el largometraje. Fue necesario montar los procesos uno detrás del otro. Normalmente, se prepara toda la película en puesta en escena, luego se graba y se anima, todo por procesos. Aquí, en esta película, comenzaba un proceso a medida que terminaba el otro.

    Entre preparación y terminación nos demoramos un año. Es lo usual en un largometraje en 2D, quizás puede ser un poco más; pero el hecho de montar los procesos como lo hicimos ofrece la posibilidad de hacerlo en menos tiempo. De cualquier modo es un trabajo bastante fuerte.

    Muchos jóvenes han tenido que enfrentarse por primera vez a la animación por computadora, donde el animador lo hace todo, hasta darle el color al personaje. El plano sale directo para la fotografía, para la composición; no así en la técnica tradicional, que tiene otros procesos.

    En el mundo de la animación hay categorías, está el animador principal, el asistente… eso quiere decir que van aprendiendo y van subiendo de categoría. Al comenzar el largometraje, todavía había muchos de estos animadores que no estaban preparados, pero Mario tuvo la gracia de darles la oportunidad de animar por primera vez.

    En realidad Fernanda… ha sido una escuela. Fue un proceso de aprendizaje bastante fuerte, es algo muy positivo y muy arriesgado que ha hecho Mario.

     El guion de Fernanda y el extraño caso del Doctor X y Míster Jai es una historia original, no una compilación de los cortos anteriores ¿cierto?

    Sí, es un guion escrito para llevarlo a un largometraje. Es un caso típico de Fernanda, donde aparecen el resto de los personajes habituales y algunos que se crearon especialmente para esta historia.

    ¿Cuál es la diferencia entre producir un largometraje de ficción y uno de animación?

    Es mucha. La producción de ficción es compleja, tiene una dinámica mucho más fuerte. En un rodaje, tú planificas el día y ves el resultado al menos en cámara. Los actores están presentes en el momento de filmar, el sonido es directo, aunque después tienes que ir a construir la banda sonora, a poner efectos; pero al menos lo preliminar, la actuación, tienes la oportunidad de repetirlo si algo sale mal.

    En animación no. Lo primero que se hace, después de preparada la película, es grabar las voces. Realmente los animadores son los verdaderos actores. Se basan en lo que oyen, la manera en que el actor que graba la voz interpreta al personaje, y entonces dan movimiento a los personajes. Ellos son parte de la actuación.

    En ficción es complicado: lo tienes que resolver todo en el día. Eso no te pasa en animación. Aquí tienes un poco más de tiempo, porque los procesos se demoran mucho más y tienes que construirlo todo, desde los escenarios hasta los personajes.

    En el rodaje de una cinta con actores reales, ves el resultado al momento y tienes la posibilidad de repetir lo que está mal hecho. Mientras que en animación puedes pasarte meses para ver un plano y darte cuenta de que algo está mal. La producción de animación es mucho más difícil.

    ¿Otros proyectos?

    Por lo pronto, entrar en la postproducción de Meñique, que se prevé estrenar el año próximo.

    (Fuente: cubacine.cult.cu)


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