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El libro Tránsitos de la mirada... analiza el lugar de las realizadoras argentinas

Por Silvina Herrera

El libro Tránsitos de la mirada. Mujeres que hacen cine, de Paulina Bettendorff y Agustina Pérez Rial analiza el lugar de las realizadoras, un terreno poco explorado por la crítica.

El análisis del cine hecho por mujeres no es un terreno demasiado transitado en Argentina. Es una zona a la que le falta una mirada abarcadora que pueda dar cuenta de los distintos momentos históricos de la cinematografía de género en Argentina y de una evolución que permita entender el desarrollo, los cambios y los resultados artísticos de las películas a través de los años. El libro Tránsitos de la mirada. Mujeres que hacen cine intenta saldar esa deuda y explorar esos lugares tan poco recorridos por la crítica, tal vez porque la cantidad de hombres críticos de cine sigue superando de forma desproporcionada a las mujeres críticas. Se trata de un texto que viene a cubrir el vacío del análisis del cine hecho por mujeres y al mismo tiempo explicar otro vacío: el de las mujeres que se dedican a la dirección. De esta forma, el libro apunta a hacer visible el modo en que las mujeres comenzaron a dirigir y a tener un reconocimiento en el mundo del cine, a través de ensayos y entrevistas.

El libro está dividido en dos. La primera parte es la zona de ensayos, en la que se realiza un desarrollo desde la teoría enfocando en algunas cuestiones puntuales como el cine de María Luisa Bemberg, el de Lucrecia Martel, el documental hecho por mujeres, el cine de los márgenes de Ana Poliak y el acercamiento a un cine subjetivo.

La principal hipótesis del libro es que recién en el año 2000 comienza a haber un ingreso masivo de realizadoras al frente de largometrajes de ficción y que antes María Luisa Bemberg fue la única que alcanzó a tener una carrera extensa. En su ensayo dedicado a ella, Ana Forcinito asegura que como directora logró proponer lo racional como un atributo de lo femenino. El capítulo dedicado a Martel se detiene especialmente en La ciénaga, la película de 2001 que sin duda es una de las más transcendentes a la hora de hablar de cine nacional contemporáneo, porque, como dice el ensayo escrito por David Oubiña, logra transitar lo que no se dice, lo que está acallado, ese lugar donde la realidad se desnaturaliza y transmite “esa sensación aterradora de vacío”.

En el capítulo “Mujeres en el espacio documental”, Paola Margulis arriesga que en este género narrativo el lugar de la mujer era defendido como el de una minoría que busca hacerse oír a través de su intervención en la esfera pública y da como ejemplo Los rubios, de Albertina Carri.

La segunda parte está conformada por entrevistas a algunas de las mujeres directoras más reconocidas y destacadas de los últimos años: Anahí Berneri, Albertina Carri, Carmen Guarini, Lucrecia Martel, Celina Murga, Vanessa Ragone, María Inés Roqué y Lita Stantic. Las entrevistas buscan analizar las razones por las que algunas reivindican una mirada de género y otras prefieren no ser catalogadas como feministas.

“Genera incomodidad esta cosa de decirse feminista y creo que tiene que ver con una mala prensa que tiene el feminismo, que no es más que repensar el lugar de las mujeres, y en este sentido es que yo digo que tengo una mirada de género natural”, asegura Carri. Pero también es una indagación que profundiza sobre la obra de estas creadoras y la forma en que cada una tiene de percibir su cine. Martel sostiene: “Cuando en una película tratan de encontrar la metáfora, la alegoría, yo siento que hacen el esfuerzo casi contrario al que una hace como narradora, que es buscar lo unívoco. Una arma un dispositivo para pensar sobre otras cosas”.

Tránsitos de la mirada... puede pensarse como un libro que inicia un camino hacia el análisis del cine hecho por mujeres, un dossier que se completa con una filmografía detallada, y también presenta las voces y pensamientos de las directoras atrás de la cámara.

(Fuente: Pagina12.com.ar)