ACTUALIDAD
Revista Nuevo Cine Latinoamericano: validar el séptimo arte de nuestra región
Con el espíritu que siempre le ha caracterizado, el de rendir tributo a los grandes del cine de nuestro continente, perpetuar su obra y validar el séptimo arte de nuestra región, llega esta nueva entrega de la Revista Nuevo Cine Latinoamericano (número 16) una publicación necesaria para entender y aprehender nuestra realidad.
Como preámbulo encontramos una nota referida al Premio Iberoamericano de Cine Fénix, el cual fue entregado en ceremonia realizada el pasado 30 de octubre en Ciudad México a nuestra cita fílmica habanera. Allí se reconoció que el Festival de La Habana «nos permite estar juntos, conocernos mejor, reconocernos en otros que, como nosotros, hacemos cine, y sobre todo para algo más que ver nuevo cine, para apreciarlo en todos sus sentidos».
La revista no puede dejar de sumarse al gran homenaje que el Festival realiza a alguien que en más de una ocasión declaró que no podía vivir sin el cine ni con el cine. Al Gabo, y su entrañable relación con la gran pantalla –con todo la fortuna, o no, que ha tenido sus libros trasladados al lenguaje cinematográfico– se le dedican varias páginas en un análisis minucioso al fascinante mundo de su cotidianidad.
En el pasado Festival de Cine tuvo lugar el Seminario «¿Nuevo? ¿Cine? ¿Latinoamericano?». Para exponer las ideas que analistas, conferencistas, cineastas y otros especialistas pronunciaron en esos encuentros sobre aquel movimiento que surgió en los años sesenta y setenta del pasado siglo, la revista dedica un dossier que reproduce una versión de las grabaciones de esas dos jornadas.
Asimismo, se publica una traslación de la conferencia magistral que el productor Hill Horberg ofreció a los participantes del Sector Industria el pasado Festival, donde se valió de momentos de varios filmes en los que se ha visto involucrado.
Pueden leerse, también, sendos artículos dedicados al director de fotografía argentino Ricardo Aronovich, testigo –como se expresa en el escrito– de varios momentos fundacionales y de corrientes renovadoras en la historia del cine, y al director venezolano Diego Rísquez –quien se ha acercado en su producción a varias figuras emblemáticas de la historia de América Latina como Simón Bolívar, Manuela Sáenz y Francisco de Miranda.
Estos son solo algunos de los textos que podrá encontrar y disfrutar si se sumerge en las páginas de este nuevo número que, una vez más, será presentado en medio de la vorágine que conlleva cada Festival. Ojalá sirvan estas líneas como invitación a la lectura de Nuevo Cine Latinoamericano, una indagación a un cine que se resiste a envejecer, pero que no renuncia a sus preceptos sociales y estéticos de antaño.
Como preámbulo encontramos una nota referida al Premio Iberoamericano de Cine Fénix, el cual fue entregado en ceremonia realizada el pasado 30 de octubre en Ciudad México a nuestra cita fílmica habanera. Allí se reconoció que el Festival de La Habana «nos permite estar juntos, conocernos mejor, reconocernos en otros que, como nosotros, hacemos cine, y sobre todo para algo más que ver nuevo cine, para apreciarlo en todos sus sentidos».
La revista no puede dejar de sumarse al gran homenaje que el Festival realiza a alguien que en más de una ocasión declaró que no podía vivir sin el cine ni con el cine. Al Gabo, y su entrañable relación con la gran pantalla –con todo la fortuna, o no, que ha tenido sus libros trasladados al lenguaje cinematográfico– se le dedican varias páginas en un análisis minucioso al fascinante mundo de su cotidianidad.
En el pasado Festival de Cine tuvo lugar el Seminario «¿Nuevo? ¿Cine? ¿Latinoamericano?». Para exponer las ideas que analistas, conferencistas, cineastas y otros especialistas pronunciaron en esos encuentros sobre aquel movimiento que surgió en los años sesenta y setenta del pasado siglo, la revista dedica un dossier que reproduce una versión de las grabaciones de esas dos jornadas.
Asimismo, se publica una traslación de la conferencia magistral que el productor Hill Horberg ofreció a los participantes del Sector Industria el pasado Festival, donde se valió de momentos de varios filmes en los que se ha visto involucrado.
Pueden leerse, también, sendos artículos dedicados al director de fotografía argentino Ricardo Aronovich, testigo –como se expresa en el escrito– de varios momentos fundacionales y de corrientes renovadoras en la historia del cine, y al director venezolano Diego Rísquez –quien se ha acercado en su producción a varias figuras emblemáticas de la historia de América Latina como Simón Bolívar, Manuela Sáenz y Francisco de Miranda.
Estos son solo algunos de los textos que podrá encontrar y disfrutar si se sumerge en las páginas de este nuevo número que, una vez más, será presentado en medio de la vorágine que conlleva cada Festival. Ojalá sirvan estas líneas como invitación a la lectura de Nuevo Cine Latinoamericano, una indagación a un cine que se resiste a envejecer, pero que no renuncia a sus preceptos sociales y estéticos de antaño.
(Fuente: habanafilmfestival.com)